Comienza una nueva era en el Poder Judicial

Celia Maya Magistrada del recién conformado Tribunal de Disciplina, asegura que no habrá “guadañas afiladas”, pero sí vigilancia, preparación y rendición de cuentas en un nuevo sistema judicial más cercano al pueblo.

Con entusiasmo, esperanza y un fuerte compromiso ciudadano, se ha puesto en marcha el nuevo Poder Judicial Federal, marcando el inicio de una etapa inédita en la vida pública de México. Uno de los elementos centrales de esta transformación es la creación del Tribunal de Disciplina Judicial, órgano encargado de supervisar, capacitar y, si es necesario, sancionar a jueces y magistrados para asegurar el cumplimiento estricto de la ley.

Una de las figuras clave en este nuevo tribunal es Celia Maya, magistrada reconocida por su trayectoria en la impartición de justicia y su cercanía con la ciudadanía. En entrevista con el periodista David Smeke, Celia explicó los objetivos del nuevo tribunal, las expectativas ciudadanas y la ruta que seguirán para fortalecer la confianza en los jueces del país.

“Este tribunal no busca cortar cabezas ni llegar con una guadaña afilada, sino garantizar que jueces y magistrados actúen con apego a la ley y estén preparados para enfrentar los desafíos de una justicia moderna y cercana al pueblo”, expresó Celia Maya.

Más que sancionar: vigilar, capacitar y corregir

El Tribunal de Disciplina Judicial no es un tribunal penal ni una fiscalía anticorrupción. Su objetivo es vigilar el actuar del personal judicial, corregir desviaciones y asegurar que los nuevos jueces cumplan con los estándares profesionales y éticos que la ciudadanía exige.

Celia Maya enfatizó que este tribunal no solo aplicará sanciones cuando sea necesario, sino que buscará prevenir errores a través de la capacitación continua. En ese sentido, destacó el papel crucial de la Escuela Nacional Judicial, que ya ha iniciado cursos de formación para los nuevos jueces y magistrados.

“Hay entusiasmo, se siente el compromiso. Vi a los nuevos alumnos con muchas ganas de aprender y también a jueces con experiencia compartiendo sus conocimientos. Eso nos da esperanza de que realmente se construya un nuevo Poder Judicial”, dijo.

De la queja ciudadana a la acción institucional

Una de las principales demandas ciudadanas que motivaron la reforma judicial fue la percepción de un poder alejado del pueblo, lento, insensible e incluso corrupto. Ahora, con esta nueva estructura, se abre la posibilidad de presentar quejas ciudadanas de manera formal y con seguimiento.

Maya explicó que ya han comenzado a llegar las primeras quejas desde distintas partes del país, aunque aclaró que los procesos requieren una investigación rigurosa antes de emitir cualquier sanción.

“La gente tiene que saber que las sanciones no serán inmediatas. Hay procedimientos que debemos respetar: se investiga, se escucha al juez, se determina si hay falta y qué tipo de falta es. Solo así se puede actuar con justicia”, explicó.

Las sanciones pueden ir desde una amonestación privada o pública, suspensión temporal, cese del cargo o incluso inhabilitación por varios años. En casos donde se identifique un posible delito, el tribunal dará vista a la Fiscalía correspondiente.

Transparencia y comunicación: ejes del nuevo sistema

Uno de los grandes retos del Tribunal será mantener informada a la ciudadanía sobre sus acciones. Para ello, se trabaja en la creación de una plataforma digital donde se publicarán las resoluciones, y también se dará seguimiento a los casos vía redes sociales y otros canales oficiales.

“Queremos que el pueblo sepa qué estamos haciendo. No solo vamos a actuar, también vamos a informar. La gente que denuncie va a saber en qué va su caso. Esa es parte del compromiso de transparencia que tenemos”, aseguró.

Una reforma respaldada por el voto popular

La magistrada recordó que esta transformación no es producto del azar, sino del mandato democrático que más de 13 millones de mexicanos respaldaron con su voto. Ahora, la responsabilidad está en manos de los nuevos órganos del Poder Judicial, pero también de la sociedad civil, colegios de abogados y organizaciones que deben vigilar, participar y exigir resultados.

“El pueblo nos dio su confianza y nosotros tenemos que responderle. Y no solo con buenas intenciones, sino con resultados concretos. Esa es la ruta que vamos a seguir en este tribunal”, afirmó Celia Maya.

Cooperación entre generaciones

Frente a los rumores de fricciones entre los nuevos jueces elegidos por voto popular y aquellos que ya formaban parte del Poder Judicial, Celia Maya destacó que, hasta ahora, la convivencia ha sido positiva. De hecho, muchos jueces con experiencia están participando activamente como formadores y asesores de las nuevas generaciones.

“He visto una gran disposición de los jueces con más experiencia. Están enseñando, compartiendo y sumando. Eso es lo que necesitamos: construir juntos, no dividirnos”, comentó.

Una justicia con rostro humano

Finalmente, la magistrada hizo un llamado a la ciudadanía a participar activamente, a denunciar irregularidades y a confiar en las nuevas instituciones. Como muestra de esa cercanía, compartió una anécdota: un ciudadano se le acercó para pedirle que, incluso si no lograba entrar al Poder Judicial, le permitiera informar cualquier irregularidad que viera.

“Claro que sí, le di mis datos. Así debe ser. Todos tenemos algo que aportar a este nuevo sistema de justicia”, concluyó.

Conclusión:
A tan solo unos días de su instalación, el Tribunal de Disciplina Judicial ya da señales claras de su rumbo: profesionalismo, transparencia, cercanía con la ciudadanía y compromiso con la legalidad. Aún queda mucho por hacer, pero lo que parece innegable es que la esperanza ha regresado a los pasillos del Poder Judicial.

Entrevista completa en:

Comentar con Facebook

Start typing and press Enter to search