Lo que el agua se llevó: prevención, ética y verdad.
Una lluvia histórica de 100 milímetros sorprendió a la capital queretana. El saldo: dos personas fallecidas, una desaparecida y más de un centenar de viviendas afectadas.
También tomó por sorpresa al gobernador Mauricio Kuri y al presidente municipal de Corregidora, quienes tuvieron que regresar de emergencia desde Nueva York para coordinar trabajos. ¿Y el presidente municipal de Querétaro? Estaba aquí… pero ¿estaba preparado?
Sí, el agua se llevó vidas. Pero también arrasó con la pantalla que nos vendieron: la ilusión de que Querétaro es una ciudad con orden y rumbo, está ciudad no tiene prevención ni planeación.
Hoy debemos preguntar: ¿es más fácil montar un show de solidaridad que invertir en verdadera prevención?
Porque mientras el presupuesto de Comunicación Social crece, el de prevención se queda corto. Y lo que más circula en redes sociales no es un plan estratégico, sino el video del alcalde con sus elegantes zapatos color miel, posando entre el agua. Un héroe sin capa, pero con community manager. Más showman que estratega.
En lugar de gastar tiempo en consultas ciudadanas para decidir obra pública, el presidente municipal debió garantizar lo básico:
Desazolve completo de drenes pluviales.
Construcción de canales de desfogue en puntos críticos.
Parques y zonas de absorción que funcionen como esponjas naturales.
Nada de esto es ciencia avanzada. Es simple planeación. Obras que no lucen en redes, pero salvan vidas.
Pero claro, eso no deja tantas fotos como caminar entre el agua.
Y, mientras tanto, se siguen dando licencias de construcción con amplias facilidades y poca exigencia en sistemas pluviales. ¿De qué sirve presumir modernidad si las tormentas nos siguen dejando en la Edad de Piedra?
Quien realmente respondió fue la Secretaría de la Defensa Nacional con el Plan DN-III. Ellos no buscaban reflectores: ponían costales, sacaban agua, ayudaban a la gente. Mientras tanto, los políticos aprovechaban para posar. Incluso el senador Agustín Dorantes salió con cubeta en mano… y fotógrafo incluido. ¿Solidaridad o reality show?
Y, como era de esperarse, los “Qromadores” salieron a pedir que no se politizara la tragedia. Pero, ¿cómo no hacerlo si las imágenes muestran a políticos más preocupados por la foto que por la prevención? Si hubiéramos visto portadas con militares trabajando en lugar de políticos actuando, nadie estaría hablando de politización.
El agua no solo se llevó vidas y casas. También se llevó la ética y la máscara de quienes prefieren el espectáculo al trabajo real. Querétaro no necesita héroes improvisados con botas mojadas. Necesita gobernantes con planeación y visión, no protagonistas de una serie barata de Netflix.
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