LOS JÓVENES OBSERVAN UN MUNDO ROTO Y, A VECES,NO SABEN DÓNDE PONER SUS EMOCIONES
Por Miryam Martínez, Santiago Piñón y Ahava Kisel
Querétaro, como muchas otras ciudades de México, se ha convertido en una tierra de contrastes para las nuevas generaciones. Mientras en sus calles se levantan nuevos centros comerciales, zonas residenciales de lujo y parques industriales, al interior de muchas casas y escuelas hay adolescentes que están aprendiendo a sobrevivir emocionalmente en silencio.
Jóvenes que, como dijo la psicóloga Edna Cabrera en entrevista para este reportaje, “ven el mundo con desconfianza, cansancio y desencanto” .
En 2024, el 51% de la población mexicana tenía menos de 30 años. Esta cifra representa no solo el futuro del país, sino también un termómetro del presente emocional de quienes crecen en un contexto de hiperconexión, presión constante, crisis social y poca contención emocional real. En Querétaro —estado con más de 2 millones de habitantes— las cifras de ansiedad y depresión en adolescentes han crecido de manera silenciosa, pero consistente, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública y la Secretaría de Salud del estado.
La cara visible y la invisible
Renata, de 16 años, es una adolescente queretana que va a terapia desde hace un año. Le diagnosticaron depresión, pero está aprendiendo a gestionarla. “A veces me cuesta, pero mínimo ya no siento que estoy sola con eso”, explica. Sus padres la apoyan y eso ha sido clave en su proceso: “A veces no saben qué decirme, pero están ahí, y eso vale mucho”.
Muy distinto es el caso de Iván, de 18 años, quien creció en el mismo estado, pero en un entorno emocionalmente desconectado. “No sé… supongo que estoy mal. Me siento solo casi todo el tiempo. Nunca he ido a terapia, ni sé cómo se hace eso”, dice. Para él, lo normal es vivir con el vacío y pasar los días “en piloto automático”.
Ambas historias muestran algo crucial: no todos los jóvenes viven lo mismo, pero todos necesitan contención. La diferencia suele estar en la presencia —o ausencia— de adultos emocionalmente disponibles.
“Yo lo veo tranquilo, pero está muy callado”: la voz de un padre
Entender lo que sienten los jóvenes también implica escuchar lo que piensan los padres. Ahava Kisel, estudiante universitaria, entrevistó al señor Ernesto Galván, padre de un adolescente de 17 años.
“Pues mira… tranquilo, creo. O sea, está callado. Antes hablaba más, pero ahorita está como en su mundo”, comentó el señor Galván.
“No quiero estarle molestando. Mientras no vea algo grave, trato de no presionarlo”.
A pesar de su buena intención, Ernesto admite que no ha tenido conversaciones profundas con su hijo sobre cómo se siente realmente. Al preguntarle si se considera un padre emocionalmente cercano, contesta:
“Uf… creo que hago lo que puedo. Lo llevo a la escuela, le compro lo que necesita, estoy al pendiente. Pero eso de hablar de emociones… como que no es tan fácil. En mi casa nunca se habló de eso”.
Su testimonio refleja una realidad común: el amor está presente, pero muchas veces no sabemos cómo convertirlo en acompañamiento. Más aún, existe un miedo latente a abrir conversaciones incómodas que, en el fondo, se sienten necesarias:
“Sí me preocupa. O sea… sí lo pienso. Pero también me digo: ‘Es joven, ya se le pasará’. Supongo que tengo miedo de hacerle preguntas y que me diga algo que no sé manejar”.
Un sistema que exige, pero no enseña a sentir
La psicóloga Edna Cabrera, con experiencia en adolescentes y como docente en línea en la Anáhuac y la UNAM, señala que los jóvenes viven bajo un sistema que exige alto rendimiento, presencia en redes, éxito social y madurez emocional, sin ofrecer herramientas para soportar todo eso.
“Muchos jóvenes sienten que el mundo está roto, que no hay un camino claro, y esoles genera una angustia profunda”, dice Cabrera .
En su consulta, predominan emociones como ansiedad, tristeza crónica y una fuerte autoexigencia.
“Quieren estar bien, rendir, cumplir… pero al mismo tiempo se sienten vacíos”,
señala. Y lo más grave: la normalización del malestar. “Decir ‘estoy ansioso’ o ‘tengo insomnio’ se vuelve parte del día a día, pero no se traduce en búsqueda de ayuda”.
¿Y en Querétaro?
Querétaro se ha convertido en una ciudad universitaria y empresarial en expansión. Su desarrollo ha traído consigo oportunidades, pero también ritmos de vida acelerados, desigualdad silenciosa y una juventud expuesta a altos niveles de presión.
Según el INEGI, el 34% de los jóvenes de entre 15 y 24 años en la región reportaron síntomas de ansiedad en los últimos 12 meses. Sin embargo, solo el 6% buscó algún tipo de atención psicológica formal.
El crecimiento de la ciudad no siempre ha ido acompañado de crecimiento emocional. En palabras de Iván:
“Paso los días. No sabría decir si estoy triste o qué, solo… así es”.
Lo que necesitan los jóvenes
Los jóvenes no están pidiendo que el mundo se arregle por ellos. Pero sí que haya adultos que los escuchen, que les den permiso para sentirse mal, para dudar, para pedir ayuda sin miedo.
Edna Cabrera lo resume con claridad:
“Necesitan espacios de escucha genuina. No sermones, no consejos automáticos.
Espacios donde puedan hablar sin miedo a ser minimizados o corregidos” .
Y lo dice también Renata, desde su experiencia:
“A veces solo necesito que me escuchen, no que me den soluciones”.
Conclusión: lo que no se nombra, no se sana
Este reportaje no busca dar respuestas definitivas, sino abrir preguntas que incomodan, pero que ya no se pueden ignorar. Si algo ha quedado claro, es que los jóvenes no están desinteresados ni rotos por naturaleza. Están heridos por un mundo que no les enseña a sentirse, a comunicarse, ni a sanar.
Acompañarlos no requiere perfección. Solo requiere presencia, humildad y disposición a aprender juntos. Como dijo Ernesto Galván, al cerrar su entrevista:
“Supongo que como papás también tenemos que aprender, ¿no? No solo ellos están creciendo. Nosotros también”.
Fuentes:
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2020). Censo de Población y Vivienda 2020. El Universal Querétaro. https://www.eluniversalqueretaro.mx/sociedad/en-queretaro-el-26-de-poblacion-son-personas- jovenes/
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2022). Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado 2021. Líder Empresarial. https://www.liderempresarial.com/mas-del-15-de-la-poblacion-padece-de-depresion-en- queretaro-inegi/
Rotativo. (2024, agosto 12). Estrés, ansiedad y depresión; los temas que más afectan a los jóvenes en Querétaro. https://rotativo.com.mx/metropoli/queretaro/son-mujeres-52-por-ciento-poblacion- indigena_1519890_102.html
Código Qro. (2023, octubre 16). Depresión y ansiedad, principales atenciones en salud mental.
https://www.codigoqro.mx/featured/2023/10/16/depresion-y-ansiedad-principales-atenciones-en-salud- mental/
El Economista. (2024, junio 26). En Querétaro, el estrés financiero alto afecta más a las mujeres.
https://www.eleconomista.com.mx/estados/En-Queretaro-el-estres-financiero-alto-afecta-mas-a-las-mujeres- 20240626-0063.html
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