“Una lucha de justicia y dignidad: Jubilados de Querétaro exigen pensión estatal que se les ha negado”
Docentes y trabajadores estatales jubilados denuncian discriminación, exclusión y burocracia en el otorgamiento de apoyos económicos que, aseguran, les corresponden por ley.
En medio de pancartas, documentos acumulados y tres años de insistencia constante, un grupo de maestros jubilados y trabajadores al servicio del Estado de Querétaro alzó la voz nuevamente para exigir lo que consideran un derecho adquirido: el acceso a una pensión estatal justa. Según testimonios recabados, esta prestación ha sido históricamente otorgada de forma discrecional, beneficiando a ciertos funcionarios como diputados, magistrados y universitarios con vínculos políticos, mientras que cientos de trabajadores de base siguen siendo ignorados.
“Yo me jubilé en 2003 después de 30 años al servicio del estado y pedí mi pensión porque sabía que el estado tenía este apoyo”, declara uno de los maestros jubilados. “Nos han cerrado todas las puertas, especialmente en la UCEBEQ. Llevamos tres años en esta lucha y aquí vamos a seguir”.
Los inconformes acusan al actual gobernador, Mauricio Kuri, de no atender sus demandas ni responder a solicitudes formales entregadas desde hace más de dos años. Señalan que, mientras a algunos servidores públicos se les otorgan hasta tres pensiones —como el caso señalado de la senadora Guadalupe Murguía—, a ellos se les niega incluso una mínima ayuda anual, que apenas alcanza los dos mil pesos.
“Pensión” o “ayuda” selectiva
Según explican, la pensión estatal surgió como un apoyo para trabajadores que se jubilaban con ingresos bajos, especialmente en municipios marginados como Arroyo Seco, Jalpan o San Joaquín. Sin embargo, afirman que ni siquiera estos beneficiarios han recibido lo que les corresponde. “El PRI y el PAN se comieron ese pastel”, denuncian.
“Hay compañeros con pensión del ISSSTE, del Seguro y además la estatal. A nosotros no nos quieren dar ni una. No es justo”, subrayan, visiblemente molestos.
Uno de los casos emblemáticos que mencionan es el de Jaime Escobedo, un exfuncionario que, según refieren, además de una jubilación cercana a los 90 mil pesos mensuales, logró gestionar una pensión adicional con el respaldo de organizaciones como la CTM. “Ellos saben por dónde sacarla, nosotros tenemos todo cerrado”, lamentan.
Un bono insuficiente y condicionado
Adicionalmente, los maestros jubilados reciben un bono anual que hasta hace poco era de apenas $1,200. “Parecía más un abono que un bono”, bromean. Tras presión y movilizaciones, lograron que este subiera a $2,000 anuales, pero exigen que se eleve a al menos $5,000. El problema no es solo la cantidad, sino también el proceso para obtenerlo.
“Hay que hacer trámites complicados cada año. El gobierno sabe que muchos maestros mayores ya no pueden manejar plataformas digitales o redes sociales. Les ponen trabas, papeles, firmas, y si se equivocan, no les dan nada”, denuncian. Algunos incluso se quedan sin ese mínimo bono por errores en el trámite o por falta de información.
Una demanda clara
El grupo de jubilados pide algo simple: que el gobierno de Querétaro les otorgue la pensión estatal conforme a derecho, sin favoritismos políticos ni criterios discrecionales. “Si hay ley, que se aplique para todos, no solo para los cercanos al poder. No queremos caridad, queremos justicia”, enfatizan.
Finalizan su mensaje con un llamado directo al gobernador Kuri: “Si no quiere atendernos, seguiremos insistiendo. No somos invisibles y no vamos a rendirnos. Esta es una lucha de dignidad”.
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