Una nueva era para la justicia en México: reflexiones sobre la reforma judicial

Celia Maya – Candidata  a Magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial 

En el marco del foro «Reflexiones y retos de la reforma judicial», celebrado en la Universidad Autónoma de Decretaron, se llevó a cabo una ponencia clave que abordó con profundidad los alcances, fundamentos y desafíos de la reciente reforma judicial impulsada a nivel federal. El evento fue inaugurado con palabras de reconocimiento al doctor Luz Osvaldo Gutiérrez Salcedez, secretario general del Sindicato Único del Personal Académico, por la invitación al diálogo académico en la institución formadora de múltiples generaciones de operadores del derecho.

En su intervención, la ponente —cuyo nombre no fue especificado en el texto transcrito— destacó la relevancia de que sea en el ámbito universitario donde se debata una reforma de tal calado, en virtud del papel histórico que han tenido las universidades en la formación de juristas desde la Edad Media hasta nuestros días. Subrayó además la necesidad de preservar la libertad de cátedra, la búsqueda de la verdad y la enseñanza crítica como valores esenciales de la academia.

Un sistema judicial con serias deficiencias

Durante su exposición, se realizó un diagnóstico severo de la situación previa a la reforma. Se habló de un poder judicial caracterizado por su burocracia, elitismo, falta de independencia y alejamiento del pueblo. Según sus palabras, la justicia mexicana vivía una crisis de legitimidad y eficacia que exigía más que reformas parciales: requería una transformación estructural.

“El poder judicial carecía de independencia, estaba deslegitimado y adolecía de graves deformaciones”, afirmó. “Era necesario cimentar una nueva era de justicia en la República”.

Ejes principales de la reforma

La reforma, ya plasmada en la Constitución, constituye —según la exposición— la más profunda transformación del sistema judicial desde 1917. Entre sus ejes más destacados se mencionaron:

  1. Elección popular directa de los integrantes de la Suprema Corte, tribunales colegiados, juzgados de distrito y órganos electorales.

  2. Reducción de los ministros de la Corte de once a nueve.

  3. Supresión del Consejo de la Judicatura Federal, sustituido por dos nuevos órganos:

    • El Órgano de Administración Judicial, encargado del presupuesto.

    • El Tribunal de Disciplina Judicial, con funciones sancionadoras, de evaluación y de resolución de conflictos internos.

  4. Reforma de los poderes judiciales locales, para alinear los sistemas estatales al nuevo modelo federal.

Estas medidas están fundadas en el principio de soberanía popular, dotando a los órganos jurisdiccionales de una legitimidad democrática directa. La exclusión de partidos políticos en la selección de candidatos refuerza el carácter ciudadano de estas elecciones.

Independencia y vigilancia: los pilares del nuevo sistema

Especial atención se dio a la creación del Tribunal de Disciplina Judicial, que sustituye al cuestionado Consejo de la Judicatura Federal, considerado ineficaz y centralizado. Este nuevo órgano —integrado por cinco personas electas— tendrá la misión de investigar, sancionar y evaluar a jueces y magistrados, además de resolver conflictos internos del poder judicial.

“La correcta administración de justicia es indispensable para la conservación de la paz y el orden del país”, señaló la ponente, quien también advirtió que la reforma judicial debe traducirse en una transformación real de las prácticas jurisdiccionales, no solo en cambios normativos.

Justicia cercana, digital y transparente

El discurso concluyó con una serie de propuestas prácticas para asegurar la transparencia y restaurar la confianza ciudadana:

  • Digitalización de procesos para facilitar el acceso público.

  • Capacitación en transparencia para el personal judicial.

  • Auditorías externas e independientes.

  • Participación ciudadana a través de observatorios sociales.

  • Acceso a la información judicial respetando la privacidad.

Asimismo, se hizo un llamado a que la justicia se humanice: que jueces y juezas comprendan las historias detrás de los expedientes, y que su labor se centre en la resolución justa de conflictos reales, con un enfoque de justicia social y respeto por la dignidad humana.

El reto del cumplimiento

La ponente cerró su intervención subrayando que el éxito de la reforma no depende únicamente de su diseño constitucional, sino de su aplicación efectiva: “México espera mucho de esta elección judicial. Requiere juzgadores comprometidos con las causas del pueblo”.

Enfatizó que la ciudadanía debe impulsar los mejores perfiles a los cargos de elección judicial, y que esta transformación debe significar un cambio tangible en la vida de quienes buscan justicia.

“La historia nos ha enseñado que los ordenamientos por sí solos no cambian la realidad. El verdadero reto es su cumplimiento”, concluyó.

Entrevista completa en: 

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