Universidad de las Mujeres: ¿Quién pierde en esta controversia?

Hace tres años, el Municipio de Querétaro anunció con gran entusiasmo la creación de la Universidad de las Mujeres, un proyecto que prometía oportunidades educativas a más de 1,500 mujeres mediante becas para cursar preparatoria, licenciatura o maestría. Sin embargo, desde el inicio, la falta de transparencia generó dudas sobre su estructura y legalidad.

 

En 2022, mi reportaje reveló que la institución no contaba en ese momento con reconocimiento oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para emitir títulos. Y anteriormente el cabildo del municipio había aprovado el pago anual de 20 millones de pesos para becas, sin considerar protocolos de perspectiva de género en su planeación y operación.

 

Tres años después, la realidad ha cambiado. La Universidad de las Mujeres revela que es una institución privada perteneciente a un consorcio educativo de gran presencia en el país y que no pertenece  al Municipio como nos hacían creer. Actualmente ya cuenta con el reconocimiento necesario para emitir títulos y ofrece infraestructura de calidad, con laboratorios de primer nivel, además que trabajan con una de las mejores consultoras en el estado para lograr las certificaciones de perspectiva de genero y cuenta sin costo extra con programas de inglés de con una empresa privada que es filial de la misma UM,   además de la Titulación sin costo extra, entre otros beneficios.

 

A pesar de estos beneficios, el Municipio de Querétaro ha decidido revisar su relación con la universidad y ha dejado de publicitar la convocatoria de inscripciones. Aunque asegura que seguirá cubriendo las becas de las mujeres ya inscritas, ha dejado en el aire la posibilidad de nuevas oportunidades, a pesar de que el contrato original establecía apoyo hasta 2027.

 

El costo de cancelar el contrato

 

Un aspecto clave de esta situación es que, si el municipio decide cancelar el contrato antes de 2027, tendrá que pagar una millonaria cláusula por cancelación, lo que representaría un fuerte impacto para las finanzas públicas. Es decir, los contribuyentes no solo han financiado el pago de becas, sino que además podrían enfrentar un gasto adicional por la terminación anticipada del convenio.

 

¿Quién pierde en este escenario?

 

1. Las estudiantes actuales y futuras: Mientras las alumnas ya inscritas podrán continuar sus estudios, la falta de difusión de nuevas convocatorias y la posible eliminación de becas cerrarán las puertas a muchas mujeres que veían en esta universidad una oportunidad.

 

 

2. El Municipio de Querétaro: Tras haber  comprometido recursos públicos, su posible retiro del proyecto puede interpretarse como una falta de compromiso con la educación de las mujeres o incluso de intereses políticos. Además, la posible cancelación del contrato con la universidad implicaría un gasto adicional que recaería en los contribuyentes. ¿Los contribuyentes estarán de acuerdo en el excesivo gasto de comunicación social de municipio? O ¿prefieren apoyar a qué mujeres de bajos recursos obtengan un título?

 

 

3. La Universidad de las Mujeres: Si bien ahora opera con la debida formalidad y autonomía, la pérdida de apoyo gubernamental podría afectar su acceso a nuevas estudiantes y debilitar el impacto social y las historias de éxito que ha logrado.

 

 

4. Los contribuyentes: No solo financiaron, a través del erario, un proyecto que ahora es completamente privado, sino que además tendrían que asumir los costos de una eventual cancelación del contrato, lo que genera dudas sobre la eficiencia en el manejo de los recursos públicos.

 

 

 

Esta situación deja más preguntas que respuestas. ¿El retiro del apoyo municipal responde a un cambio de prioridades o a un cuestionamiento sobre el destino de los recursos o a intereses de grupos políticos? ¿La Universidad de las Mujeres podrá sostener su modelo sin las becas públicas? ¿Las autoridades garantizarán que las oportunidades educativas para las mujeres sigan vigentes en otras modalidades?

 

Lo cierto es que, en este juego de intereses y decisiones políticas, quienes más pueden salir perdiendo son las mujeres que buscan acceder a una educación superior y la ciudadanía, que podría terminar pagando un alto costo por la falta de planificación y transparencia en este proyecto.

 

¡ESTE PENDIENTE!

La siguiente semana tendremos un vídeo reportaje con entrevistas e imágenes de la Universidad de las Mujeres.

 

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